RFP 500 - Radiofrecuencia

Los efectos terapéuticos de la hiperemia en el cuerpo humano son bien conocidos, desde el siglo XIX y sus indicaciones principales han sido los procesos inflamatorios generalmente acompañados del dolor.

La transferencia eléctrica capacitiva es un método que permite transferir la capacidad (fundamentado en un condensador eléctrico) de la corriente energética de RFP al cuerpo del paciente a través de un electrodo móvil en donde se condensa y se cierra el circuito, generando así un campo capacitivo que penetra directa y libremente en el tejido localizado.

Bionergy ha desarrollado un sistema dual que combina los efectos del campo capacitivo y sus beneficios, dejando a un lado los efectos no deseados del mismo … gracias al desarrollo tecnológico que los transforma en una vibración electromagnética de 30 mega hertzios haciendo vibrar las partículas atómicas. Es decir el Modelo RFP 500 es la combinación terapéutica de los beneficios de la energía capacitiva con los beneficios de las ondas cortas.

La energía capacitiva promueve:

Generando un efecto de capacitancia (almacenamiento energético) en un determinado tejido.

El efecto terapéutico de diatermia por onda corta electromagnético promueve:

Los efectos locales se producen en parte mediante el efecto directo de la temperatura en los tejidos y la función celular, mediante la acumulación y producción de metabolitos y dióxido de carbono mediante la reducción de la tensión del oxígeno y mediante la producción de sustancias similares a la histamina y la bradicinina.

Con el calor se produce una notable alteración de las propiedades físicas de los tejidos fibrosos, tal como se observa en tendones, cápsulas articulares y procesos cicatrisales. Estos tejidos mejoran más rápido tanto estructural como funcionalmente cuando se les aplica calor.
La aplicación de diatermia en el nervio periférico provoca un_ aumento en el umbral de dolor en el tejido que inerva la fibra nerviosa. El umbral del dolor también puede elevarse mediante el calentamiento de otros tejidos como es la piel conforme a lo estimado por el método Ardí-Wolff-Goodell. Se ha demostrado que el calentamiento de los tejidos afecta la actividad de la fibra gamma en el músculo. La disminución resultante de la sensibilidad del huso muscular al estiramiento, así como los reflejos producidos a través de los receptores de temperatura, pueden constituir la base fisiológica para el relajamiento clínicamente observado del espasmo o contractura muscular tras el uso de calor.